Entre las antiguas piedras negras y arcos monumentales, se levanta el testimonio silencioso de una ciudad que fue escenario de uno de los milagros más impactantes narrados en la Biblia: la liberación del endemoniado gadareno (Marcos 5:1-20).
Caminar por las ruinas de Gadara (actual Umm Qais, Jordania) es mucho más que un viaje arqueológico; es una experiencia espiritual. Aquí, donde las colinas se abren hacia el Mar de Galilea y el Valle del Jordán, la historia y la fe se entrelazan. Cada bloque de basalto cuenta siglos de historias: imperios que pasaron, culturas que florecieron y, sobre todo, el mensaje eterno del Evangelio que sigue resonando.
El contraste entre el silencio actual y la intensidad de aquel encuentro entre Jesús y el hombre poseído nos invita a reflexionar: así como hace dos mil años, Cristo sigue teniendo poder para traer libertad y nueva vida.
Tip para el viajero:
Trae tu Biblia y lee el pasaje en el mismo lugar donde sucedió. El paisaje, la brisa y las piedras antiguas harán que las palabras cobren una dimensión inolvidable.
Gadara no es solo un destino turístico; es un recordatorio vivo de que la luz siempre vence a las tinieblas.



